domingo, junio 14, 2009

Chocolate caliente

Era una tacita de chocolate justo igual que ella: cálida, dulce e incitante. Servida en delicada porcelana. Y aun así, no le dio mala espina. Era así de ingenuo.

Ella se decidió a hacerlo, pero le entraron remordimientos en el último momento. Por eso no se molestó en echarle más azúcar para disimular el veneno. Era así de boba.

Ambos hacían una pareja ideal. Y tuvieron un final perfecto.


Mun, the Poisonous Doll

Dedicado a mi querido Bardo, con el que anoche me reté a hacer un microrrelato con estas tres palabras: "veneno", "espina" y "chocolate". Gracias por darle un chispazo a mi inspiración y por encontrarme.


Fotografía: Cup o' chocolate, de Serasaur

6 recogieron sus pétalos:

Suseya ediciones dijo...

Un honor hacer un reto contigo,
un placer encontrarte,
una delicia leerte,
una y otra vez.

Un abrazo, El Bardo.

TORO SALVAJE dijo...

Ya no pruebo más el chocolate. No está la cosa para fiarse de nadie.

Besos.

Croc dijo...

Trágico final para un dulce microrrelato :) Lo malo de estas pequeñas entradas es que estamos mal acostumbrados y todo nos parece poco ;)

Un besazo, preciosa!

tormenta dijo...

muy chulo :) un microrrelato ocurrente, dulce, aunque más que azucar tiene un poquito de mala leche.
Un besazo, mi niña

pd. estoy a punto de pillarte (por fin!) con Nebuloso ... Muhahahaha :D

Pugliesino dijo...

Puro sabor a microrrelato.
Un placer leerte Mun.

Un abrazo

luis f. lópez dijo...

Una rápida creacción que sin duda cumple el objetivo de despertar el ingenio. Ahora no lo dejes y sigue escribiendo!

D.P.- Por cierto te agrego como contacto, que ya es hora! XD