viernes, marzo 26, 2010

Contraataque deslumbrante

Cuando todos se retiraron a dormir, la drow Lyshanna se aseguró de que la cremallera de la chaqueta de cuero le quedaba justo en el inicio de su intimidad y de que el cinturón de la víbora (gran amuleto) le perfilaba bien la cintura. Tras eso, se dirigió al cuarto de Kane para ofrecerle una oportunidad que ningún humano en su sano juicio se atrevería a rechazar.
-Me has pedido que sea tu guardaespaldas... Puedo serlo... esta noche también...
El clérigo la miró con su aplomo habitual y, como si hubiera ensayado las palabras, le respondió:
-Es tentadora la oferta... Pero, no, gracias.
Aquel rechazo se fraccionó en varias losas que cayeron sobre el orgullo de Lysh. ¿Cómo osaba un simple humano rechazar una noche de pasión con una elfa oscura, raza cuyo talento sexual era reconocido como uno de los mejores de la Época de los Dragones y las Mazmorras? Mientras se preguntaba si la casa de su jefe sería un armario rosa, salió de la posada procurando que nadie se percatara de la humillación que acababa de sufrir.

La furia estaba apunto de estallarle en forma de locura berserk. No sólo tenía que soportar el desplante de un frígido humano autoproclamado jefe (a pesar de que Medrash tenía sus objeciones al respecto) de la manada del mal a la que ella, por interés, pertenecía, sino que también tenía que acatar las prohibiciones. En Espiratrueno, Lysh tenía que censurar sus placeres favoritos: inocular el miedo en los tristes lugareños e irse de compras con el olvido de pasar por caja. Era demasiado. Necesitaba aliviarse de alguna manera.

Y no hay mayor alivio contra una tentación que caer en ella.

Los vigilantes ojos de Kane estaban cerrados, así que, no estaban encima de ella y, por lo tanto, no tendría por qué enterarse de sus actividades nocturnas. Además, ella necesitaba adquirir una armadura nueva. Deseaba una que la protegiera mejor, pero que no limitara sus arácnidos movimientos por el campo de batalla. Y si resaltaba sus sinuosas curvas para echárselas en cara al perro faldero de Hextor, mejor.

Escogió una armería cercana. “La llevará un humano”, pensó mientras abría la puerta. “Si es así, se acojonará tanto que no protestará cuando le pida ayuda para llenarme las bolsas. Y si es un enano, no verá por encima del mostrador”.

Pero qué difícil es robar, incluso para una drow, cuando el dependiente es alguien de tu familia a quien creías desaparecido.
-Gendar...-susurró ella cuando logró descongelarse los labios de la sorpresa.
-Lysh... -respondió él, dejando caer al suelo la espada a la que estaba sacando brillo.
Tras un conveniente y emotivo silencio, el elfo oscuro saltó por encima del mostrador y se fundió con su prima en un abrazo con un tenue acercamiento sexual. Sólo al separarse, Lyshanna se percató del parche en el ojo del joven.
-¿Pero qué te ha...?
-Imagínatelo. No me apetece recordarlo. Ven, pasa para adentro.
El drow colocó en la puerta un cartel de “CERRADO POR PEREZA DEL VENDEDOR” y la cerró con los diecisiete candados. Después condujo a la trastienda a su prima, donde le ofreció una jarra de hidromiel.
-¡¿Hidromiel!? ¿Qué mierda es ésa?
-Lo que beben todas las damas de la Época.
-Yo lo que quiero es cerveza, lo único que me pone a punto para luchar contra los enemigos.
-Eso te baja la percepción y no verías a tres gnolls en un kraken.
-Seguro que tienes algo mucho mejor que lo que me puedan ofrecer en la posada en la que me quedo.
Gendar esgrimió una sonrisa maliciosa.
-Seguramente.
Y sin que a la drow le diera tiempo a reaccionar, le tiró la mesa encima. Lyshanna la esquivó con una grácil voltereta, tras la cual buscó a su primo para aprisionarle por el cuello contra la pared. Pero él se escabulló como un pececillo, con una risa que significaba “lo sabía”.
-Eres demasiado lenta -le criticó.
-Voy a demostrarte lo lenta que soy cuando te arranque la piel a tiras para hacerme un pijama.
-Hey, no hace falta ponerse así... -la tranquilizó él-. Sabía que no te haría ningún daño porque ibas a esquivarla. Pero tú problema es ése, Lysh, te esfuerzas en esquivar los golpes y no en contraatacar.
-Si no supiera atacar, no habría podido venir a verte.
-Me refiero a CONTRAatacar, justo en el momento de recibir un golpe. En ese momento, en el segundo después del ataque, el enemigo está indefenso, regocijándose de haberte causado una herida. Es el momento de morder. Y de dejarle deslumbrado con tus artes en el campo de batalla.
Tras ello, Gendar se dispuso a mejorar las dotes guerreras y pícaras (en el sentido estratega) de su prima. Se pasaron más de dos horas entrenando e intercambiando espadazos por la trastienda, enzarzados en un combate que poco tenía de ficticio, a juzgar por los cortes que recibieron como recuerdo del reencuentro familiar. Lyshanna estudió los movimientos de su primo hasta poder predecirlos, y con ello desarrolló una técnica de contraataque inmediato que, seguramente, haría llorar a sus enemigos más de lo acostumbrado. Sin embargo, era una técnica tan perfecta y compleja que sólo podía utilizarla una vez al día. De lo contrario, la energía se evaporaría de su cuerpo y quedaría inconsciente. Y, a pesar de ello, se moría de ganas por estrenarla cuanto antes e impresionar a sus compañeros.

Los drows estaban recuperando las fuerzas tendidos sobre la húmeda madera de la trastienda. Lyshanna, por primera vez en doce años, le dedicó un elogio a su primo:
-Sigues siendo igual de bueno en combate. Creo que mejor y todo. Ahora entiendo cómo es que escapaste.
-Tú eres muy buena también. Estaría bien entrenarte de vez en cuando.
-No voy a quedarme mucho tiempo aquí... Tengo que...
-Lo sé. Y tienes que hacerlo. Por ella y por mí.
Lyshanna le miró. A pesar del ojo perdido, seguía conservando aquel atractivo que subrayaba las ventajas de la endogamia. Decidida, le puso una mano en el vientre y recorrió suavemente el camino que la llevaba hasta el pecho.
-Seguro que no es lo único que quieres enseñarme esta noche.
Gendar no era tan mojigato como Kane.

Lysh apareció por la posada al romper el alba. En la puerta la esperaba Tarja. Sólo le faltaba blandir un rodillo.
-¿Qué horas son éstas? -la increpó.
-Estaba de compras.
-Ya me imagino lo que estarías comprando. Anda, pasa hacia dentro y ponte bien la ropa. Lo que hay que ver...
A Lysh le enfurecía que una tiefling, por muy bruja que fuera en el sentido literal, actuara de madre. Pero no le convenía montar escándalos. No mientras trabajara para un provechoso clérigo de Hextor.


Mun, a RPG Doll

Dedicado a esos encantadores señores que se pasan los domingos jugando al rol conmigo. Y en especial, a Isra, no por ser el master, sino por ser uno de los mayores tesoros que he encontrado en Madrid

Imagen: Este relato se queda sin imagen hasta que Daemigoth haga una.

martes, marzo 23, 2010

Sobre un pixel en letras llamado Nebuloso

Hace mucho que apagué la consola. Sois bastantes los que me preguntáis por "Nebuloso's Fantasy" y os debo una explicación. De momento, he decidido no publicarlo más por blog. Sigo trabajando en él de espaldas a la red, con el futuro de dar a Nebu y a sus encantadores compañeros un hogar de papel. Deseadme suerte.