Relojes desbocados
agitados y agotados
controlan nuestra vida
cronometrada
al milímetro,
programada
hasta el último café.
(Oxígeno)
Relojes dictadores
nos atan los sentidos
a los ordenadores
y no volvemos a estar vivos
hasta más allá de las cinco.
(Dióxido)
Relojes que no dejan espacio
para acariciar bellos instantes,
para amar despacio,
para besar pequeños detalles
que nunca vemos importantes.
Mun, the Clock Doll
Dibujo:
Clock Shop, de Vic Mon
14 recogieron sus pétalos:
Me gusta de verdad el mensaje que intentas transmitir con este poema, y la influencia negativa de las prisas en nuestra vida. Como crítica diría que la primera estrofa no tiene una métrica tan definida y combinada como las otras dos estrofas; depura un poco esas rimas y quedará estupendo ^.^
Pues a mi la que me suena rara es la del medio ^^ los poemas son todo un reto y admiro a la gente que es capaz de componerlos...
En cuanto al tiempo...debería existir un día...fiesta institucional o algo así...en el que se prohibieran los relojes y todo lo que va unido a ellos...algo así como un día sin coches...
Un abrazo enorme Mun!
a ver....
Si a las 8 de la mañana escribes esto... que puedes escribir en un horario lucido que te marca un reloj..................
Espero que tu pequeño escrito sea solo metaforico, y que tu vida se rija lo mas minimamente posible por las agujas de un asqueroso reloj...
Porque prescindir de la hora sería fantastico pero imposible... no crees?
Como sería vivir sin tiempo, sin fechas, sin horas... alguna vez lo he pensado y podría ser caotico por un lado y por el otro seguramente le dariamos mas importancia a la palabra libertad. o eso pienso yo que no se nada mas que hay un no se que, que ... que se yo, que yo que se...
Mundoyas.
P.d. besos grandes, y lo de quedar de nuevo... Está a punto de producirse el dia 3 de noviembre... pero ya te diré mas en el foro.
Pronto postearé yo algo en el mismo sentido, lo tengo escrito ya, aunque no es tan bonito como éste.
La vida actual está milimetrada, controlada hasta el segundo, y eso tampoco es normal, a que hora sales, cuando llegas, tantos minutos para almorzar, filmado al salir, filmado al entrar, la duración de las llamadas, todo son relojos controlándonos, nada que ver con los relojes de nuestros abuelos que eran para disfrutar.
Ahora el Gran Hermano de Orwell es una broma en relación al control sobre nuestras vidas.
Repito que me gustó.
Besos.
Bueno, vamos por partes: lo primero, gracias por tu comentario y no sabes lo mucho que me gusta que te haya gustado tanto...
Lo segundo, vaya temazo el "del reloj" jejejeje
Sin coñas, que has escrito muy bien un tema que a muchos nos ha agobiado demasiado durante demasiado tiempo. Ya he dicho alguna vez que no entiendo de métricas ni de técnicas, pero sé cuando un poema me gusta y/o está bien. Y el tuyo llega muy adentro, muy hondo... me ha gustado.
Y finalmente, quiero dejar constancia de lo muchísimo que me gusta la nueva imágen de tu blog. Me encanta. He venido ya varias veces antes de dejarte el comentario, jejejejje, creo que has acertado con los cambios.
Bueno, por hoy nada más... ¡no te quejarás! Menudo testamento te he dejado, jejjejeje.
Cerecitas revueltas en chocolatito caliente.
Queralt.
no..no..el ser esclava de algo como el tiempo es tema delicado para mi.
Me gusto tu blog..gracias por visitar el mio
saludos :)
Y este finde hay que retrasar una hora. Y miro al tiempo cara a (si es que puede detenerse un instante para mirarlo) y no le pido que desaparezca porque es necesario, pero sí que no corra porque no tengo prisas por llegar ningún lado.
Versos que avanzan cuan manecillas del relój, cada estrofa es la hora, los minutos, los segundos, cúpula de cristal de ozono tras el que nos vemos pasar. Pero no quiero marchar sin conocer, sin descubrir, sin emocionarme con días inesperados, sin apagar el tic tac y vivir sin saber que hora es.
Guarda el tiempo sus horas como pétalos guardan los secretos de la rosa.
Un abrazo enorme y mi apoyo a la labor que haceis con Icaro y la riqueza de vuestros comentarios. Todos ganamos con ellos
¡Ah! ¡Dios! Que identifiacado con esas cadenas de relojes de los que hablas me he sentido. Y es que muy amenudo parezco el conejo de Alicia en el país de las maravillas siempre llegando tarde y perdiendome esos momentos.
Como siempre muy bueno.
Un abrazo,
Pedro.
Qué cierto, Mun...
Nos inventamos la hora para guiarnos, y lo que conseguimos fue esclavizarnos...
Sólo el humano puede ser tan tonto...
1bsito
Darka.
Esclavos del tiempo,
prisioneros de su paso.
Marcados al nacer,
liberados en la muerte.
Respira: un segundo.
Expira: otro más.
Bienaventurados aquellos que tienen el lujo de permitirse una vida sin la necesidad de saber en qué momento del día viven, preocupándose sólo de vivirlo.
Jou...:( ¿Esta semana no escribes para cuentacuentos...o algo en general? Espero que no tardes mucho ^^ ¡Un beso!
el tiempo no existe, en realidad es lo que intentan hacernos creer, pero es una ilusión, como casi todo, excepto uno mismo. creen que nos atan, que somos como mansas ovejas, porque de vez en cuando miramos el reloj para llegar a tiempo a un sitio pero en realidad, excepto por unos cuantos pequeños detalles sin importancia, (tales como que tus amigos te dejen de hablar o pelees con tus padres por llegar a las tantas) son absolutamente innecesarios. todo lo que importa es el aqui y el ahora, y ese "instante", por mas que lo intente, nunca lo marcará un reloj; asi que respira porque eso, si quieres, nunca te lo quitará nadie.
jamia, se me va la olla a estas horas... :P y con estos poemas tan profundos más. (es que estoy haciendo un curso de cuerpo y mente y otro de programacion de actividades.. y aqui me tienes, la historia de mi vida: escaqueándome. )
:)
un beso preciosidad
pd. no quiero ni mencionar lo de bcn porque me da un ataque, pero ya sabes, no? os echaré mucho de menos :/
Volveré a releerlo...Es muy bueno.
Cierto eslavos de Cronos...
Saludos de Luna.
P.d. (jje je ésto lo estaba deseando)...tu te has dado cuenta del fallín...
N-no sé… –balbució– Creo que es porque refleja el cielo… o algo así
balbució?...ji ji..Besitos. :)
Tic-tac-tic-tac...
Y nos encadenan a sus manecillas.
¡Besos!
Ahora...¿he vuelto?
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