Le costó varios segundos percatarse de que la compañera de habitación de su abuela era humana. En la cama contigua a la de anciana, dormía plácidamente una joven que no debía sobrepasar los veinte años. Sus abundantes ondas rubias se esparcían por la almohada como un océano de luz. Sus labios rosados y pulposos, entreabiertos, exhalaban aire al ritmo de su pecho adolescente, a juego con su delgado cuerpo, de curvas discretas.
Tras recuperarse de su parálisis, Felipe se acercó a examinarla mejor. Una piel nacarada y perfecta, sin una sola imperfección. Un rostro aniñado y hermoso. ¿Seguro que no era un ángel?
–¿Es guapa, verdad? –dijo su abuela con un guiño cómplice.
El chico no respondió. Estaba absorto en su contemplación, y se preguntó cómo sería la mirada que ocultaban esos párpados cerrados, perfilados por unas pestañas espesas y rizadas. Se imaginaba unos grandes ojos claros, casi transparentes, que lo mirarían con dulzura al despertar mientras le sonreía y le preguntaba su nombre.
–Se llama Aurora –añadió la anciana.
“Un nombre muy apropiado”, advirtió Felipe.
–Felipe, tesoro… ¿No vienes a darme un beso? –se quejó su abuela, con un tono casi infantil.
Como si acabase de despertar de un sueño, el chico fue hasta su abuela y la abrazó. La notó más flaca que el día anterior, y tuvo la sensación de estar abrazando a un ser de aire. Después le relató el informe diario sobre cómo había ido en clase, los exámenes que había hecho y lo bien que se estaba preparando para la selectividad. La anciana le respondía con una sonrisa que no se correspondía con sus ojos tristes. Le decía, agarrándose las lágrimas con los párpados muy abiertos, que se encontraba cada día mejor (dulce mentira que cada día su nieto creía menos). Luego le intentaba animar diciendo que su padre volvería este verano, que lo llevaría a pescar, a nadar a la playa y a recuperar los eternos meses que no habían pasado juntos.
En días anteriores, Felipe reaccionaba mordiéndose el labio inferior, en un vano intento de impedir el paso al llanto. No obstante, ese día fue diferente. Sus ojos estaban pegados a Aurora, atentos al momento en que despertara.
–No creo que despierte dentro de un rato. De hecho, es posible que no despierte nunca.
Aquella frase le sentó como un puñetazo en el estómago.
–¿¿Pero por qué??
–Está en coma, mi niño. Tuvo un accidente el año pasado y se ha recuperado de todas las heridas, pero se quedó en coma y aún no ha despertado.
Felipe calló. Todo su cuerpo estaba paralizado, sentado en la cama de su abuela. Sus ojos seguían clavados en la preciosa Aurora. “Es bella, bella, bella…”, se repetía el muchacho. Un coma es una incógnita; más que coma debería llamarse interrogante, porque nunca se sabe cuánto durará esa pausa de la vida. Quizás, mientras el chico discurría sobre el fin del sueño de Aurora, ésta abría los ojos y él conocía su color y su expresión. Quizás se la encontraría despierta al día siguiente, o quizás el mes que viene. Quizás no abriría nunca los ojos. Y este último pensamiento le provocó un escalofrío a Felipe que le recorrió toda la columna vertebral.
–No te pongas triste, tesorito –le consoló su abuela–. A lo mejor se despierta. Dicen que las personas en coma siguen oyendo a los que están cerca. Así que es posible que nos esté oyendo. A lo mejor le gustaría conocerte –sugirió, con un leve rubor en sus apergaminadas mejillas–, y entonces se despertará.
Felipe tenía claro que no moriría sin conocer el color de la mirada de aquel ángel en el purgatorio.
Continuará...Mun, the Sleeping Doll
Imagen:
Sleeping Beauty, de Foxfires
10 recogieron sus pétalos:
Dramático... pero lo de coma, por interrogante, me hizo sonreír...
besos
El presente, él, el pasado la abuela, el futuro ella. La realidad, el conocimiento y la incertidumbre aunadas en una misma habitación. Y a los tres les queda siempre la esperanza. Maravilloso relato que recrea un escenario sobre el que la vida y la muerte juegan una partida sin saber quien ganará ni cuanto durará.Y expectante Felipe descubre un angel.
Que bien lo narras cuanto contenido alberga este cuento. Muy bien llevado y que buena la reflexión sobre el coma :) Y además es que es acertada!
A por el III!
Un abrazo!!
Hola Mun!
Antes de hablarte de tu cuento..te diré que nada más ver el título he sonreido :) porque quitando lo de bella jejeje...estoy en ese estado...soy como un zombi durmiente o algo así...totalmente grogi...y dentro de 30 min tengo clase!!aaaahhh!!! (seguramente termine por dormirme allí...^^)
Me encanta leerte, es algo que creo ya te he dicho unas cuantas veces. Fijate lo que son las cosas pero nunca me había fijado en que la palabra coma viene precisamente del signo de puntuación...^^ soy un poco despistada ^^ Aun con ese sabor agridulce sabiendo que la muerte merodea...me parece un texto bellisimamente contado...espero la continuación...seguramente terminemos por verle los ojos a Aurora, no?
Bueno nena sigo con mi travesia bloggera ;) (ahhh!!! 25 min!!!)
jajajaja...
Me acabo de fijar en una cosita...es una bobada pero oye...no pasa nada por avisar :) Es kloverkirov...no kloverikov ^^ (aunque reconozco que esto me lo llama más de uno y suena bien ^^...pero mejor corregir antes de que se propague y tenga que ir al registro bloggero y cambiarme de nombre XD) Bueno muñequita (se me va la pinza...^^) un abrazo enorme!
Firmado: Klover la tocapelotas (aunque no tengas ^^)
Me ha encantado como mezclas todo: Las sensaciones por Aurora( por cierto que nombre tan apropiado, yo también lo piensoqth), por la abuela, la descripción de la escena. Es toda tan delicado y melancólico. Una preciosidad.
Un abrazo,
Pedro.
mmm el personaje de la abuela me encanta, Aurora es un ángel perfecto, aunque Felipe me parece un poquito superficial :P bueno, supungo que esa es la naturaleza de todos los príncipes...
despertará gracias a su beso? estoy deseando ver como lo plasmas.
la historia me gusta mucho, es melancolíca, dulce y muy visual ^^
me quedo a la espera de más.
mil besos preciosa
A ver hasta donde nos llevas Mun, por el momento voy en clase bussiness, que dure el viaje pero que no tarde la siguiente escala.
Besos.
Me gusta el ritmo de la historia y la descripción de Aurora, pero como apunta Tormenta, Felipe es un poco superficial y, jajaja, necrófilo xD. Es broma. Sólo corregiría el detalle de la abuela, que lo llama "tesorito", queda un poco infantil, pero aparte de eso, estupendo relato, mágico y sorprendente :)
Nada que perdonar! Al contrario, y no es cumplimentar para nada, te agradezco tus apuntes que me ayudan a mejorar el texto y a darme yo unas collejas por descuidado y mas bien dejado, que por las prisas y en lo del diálogo por manía :) termino por hacer una chapuza. Y es que aunque no lo lleve a cabo me sucede como a ti, un texto con faltas ya en las palabras ya en los signos está incompleto.
Y heeyy es cierto que me lo dijiste, ¬¬ no conocerás tú a inspi ehh? Porque si es así ya le puedes decir a esa especie de Campanillas invisible que deje de marcharse! Aunque bueno, si fuera permanente dejaría de llamarse inspiración no? :)
Gracias por todo. Un abrazo enorme
Ah! El amor a primera vista. Lo malo de estos casos es idealizar a una persona que no se conoce. Aurora bien podría ser una borde repelente y a Felipe le podría traumatizar ese contraste con "su realidad".
Me encanta el personaje de la abuela (el tesorito queda bien ^^), y coincido con todos en que el protagonista ofrece una imagen muy superficial xD Muy buen guiño con lo de la coma e interrogante :)
Un besazo, preciosa!
Publicar un comentario