martes, octubre 02, 2007

La Bella Durmiente (I)


















Cuando en clase de religión le hablaban del cielo, el infierno y el purgatorio, Felipe se imaginaba a éste último en forma de hospital. Sobre todo desde que ingresaron a su abuela allí. En aquella habitación que se le antojaba como la antesala a la muerte.

“Se pondrá bien pronto”. La experiencia anterior con su abuelo le demostró que esa frase prefabricada no era más que un analgésico que mitigaba lo inevitable.

Y sin embargo, procuraba engullirse ese analgésico, junto a sus lágrimas, una tarde más, mientras se dirigía a aquel purgatorio. Una dimensión aparte, poblada de batas blancas, paredes inmaculadas envejecidas y un nauseabundo olor a antiséptico. Y en aquella habitación, la esperanza de Felipe se apagaba junto a la vida de su abuela, en cuyo rostro se encendía con esfuerzo una sonrisa.
–Hoy me traen una compañera de habitación, hijito –le dijo por teléfono a la hora de comer, mientras intentaba sonar contenta–. Al menos no estaré tan solita cuando tú estés en el colegio.

Aquella tarde, antes de entrar en la habitación, al coger el pomo, notaba algo distinto en aquel nauseabundo olor a antiséptico. Un ligero perfume a rosas jóvenes le acariciaba despacio e iba aumentando su intensidad a medida que abría la puerta.

Cuando entró, Felipe comprendió que los ángeles también vivían en el purgatorio.


Mun, the Sleeping Doll

Continuará...

Fotografía: The Sleeping Beauty, de Alexia Bleedel

13 recogieron sus pétalos:

Loth dijo...

Qué bonito, qué dulce.... :D

Klover dijo...

Fántasticamente narrado, quiero leer más...^^

Un besito Mun

mismilcosas dijo...

Me gusto mucho, como escribes, lo q escribes!!!

Muas

Anónimo dijo...

Creo que nuestro purgatorio es la tierra. Vivimos en él...

Me dejaste con ganas de más. Espero la continuación. ;)

Un beso Mun.

Anónimo dijo...

sensibilidad, delicadeza, sensaciones...Un pequeño mundo en cada habitacion de un hospital, ese lugar que mejor que sea de paso y que huela a esperanza..Aunque a veces acabe oliendo a triste amargura angelical...

un 10!

y un beso! ;)

TORO SALVAJE dijo...

Mun no te quiero presionar PEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOO muchos días sin la continuación no estaría bien...

Un beso.

DINOBAT dijo...

Hola! que tal?, pues interesante el blog, leeré con calma al regreso! : )

Jacobo

Anónimo dijo...

Sencillamente precioso. Ya tenía ganas de leer algo más largo tuyo y este comienzo promete, siendo además una revisión de un clasico (por el título más que nada aún ;)

Go! Mun! Go!
Un besazo!

Pedro dijo...

Oye, ¡Pero que bonito! Estoy deseando leer la segunda parte. Muy bien descritro el ambiente del hospital. La única pega es que se me hizo muy corto ;)
El corte del relato en ese momento ,el momento justo, para dejarnos los dientes largos...

Un abrazo,

Pedro.

Anónimo dijo...

Besos :-)

Anónimo dijo...

Que triste y tierna historia.
http:/yanoquedanangeles.blogspot.com

Pugliesino dijo...

Tú sí que sabes no solo escribir sino dar volumen a las palabras; volumen, relieve sobre el papel que atraviesan no deslizándose sobre la tinta por la superficie del blanco hielo, sino dándole calor en cada trazo, como ese instante en que la mano siente el pomo de la puerta, ese instante en que nos envuelves con la fragancia la rosa, y los ángeles desvelan su secreto. Existen.

El viernes creo que conocí, bueno o al menos fue la explicación mas apróximada que le supe dar a lo que me sucedió. Al mediodía, me disponía a cruzar la Alameda ppal. en dirección a Pta. del mar; el semáforo en ambar...verde, y cruzo, cuando oigo una voz tras de mi, Cuidado! Me giro y en ese momento pasa casi rozándome un taxi a toda velocidad. Tras unos segundos en que le dije de todo con la mirada vuelvo a girarme en busca de aquella voz y ya no había nadie, solo gente de un lado para otro.
Y comienzo poco a poco a reaccionar, aunque siga sin hallar la inspiración comienzo a reaccionar. Y el 05 del 10 del 07 suma 13 :) y como el protagonista de tu obra comprendí que algo existe en algún lugar.
Y deseo leer la continuación.
Un abrazo!!

tormenta dijo...

Bueno pequeña, esto se presenta como una historia muy dulce, a la vez que apasionante...
ya veremos que giros nos va deparando la narración ...
mola!