martes, diciembre 23, 2008

Madrid


Madrid es un veneno lento
que ingerí por voluntad propia
sin hacer caso a advertencias.

Me di cuenta el día que olvidé
cómo flexionar los ojos para llorar,

el día que vi que mis venas
eran cables azules y rojos.

El termómetro no miente;
ni está loco.
Sólo es un espejo.


Mun, the Poisoned Doll

Fotografía: -173º, de Oski y Mun

6 recogieron sus pétalos:

Laura Luna dijo...

Una paranoia que me acaba de salir en la cabeza, inspirada por la foto. Sin más.

Besos a los que aún me leéis, a pesar de todo.

Mun

Óscar Sejas dijo...

Ehhh, ese termómetro era tope de molón, seguro que un friki pagaría millonadas por él.

¡Viva por el señor del bar que lo compró!

Lo que más moló fue el: ¡corre, corre! apenas me queda batería (flash cargando) ¡o mierda! ¡no llegará!

Foto y adiós cámara. Un sutil regalo de despedida jejeje.

Un abrazoooooooo

TORO SALVAJE dijo...

Me gusta tu paranoia.

La de alguien congelado.

Besos.

Ailën dijo...

=) Pues si las paranoias instantáneas así... que vivan! =)

¿El termómetro está en Madrid? (no sé si unos amigos tienen una foto debajo de ese/uno similar... =^P)

Pugliesino dijo...

Quien pillara esos grados!!

Tú aportas a Madrid un plus + de calidad humana y yo ¬¬ me llevo el - para el sur :p

Leerte es un placer,conocerte uno mayor.
Un abrazo enorme y bon Nadal!!

Óscar Sejas dijo...

Ya han puesto este WTF en Microsiervos, por lo viste se lo mandan tres veces por día y la foto que han puesto no es la nuestra...

Uiss eso me ha cabreado ya sabes lo que pasa cuando un miembro de nuestra familia literaria se cabrea...

¡Qué tiemble el hielo que van a llover carámbanos!