domingo, abril 15, 2007

La cárcel de cristal

Era una cárcel de cristal, estrecha, hecha a medida de cada preso, como un ataúd. A simple vista parecía fácil de romper, pero los condenados pasaban en ella años, soportando la misma tortura silenciosa.

La penitencia duraba sólo unos momentos al día; el resto de la jornada los presos hacían su vida cotidiana. Sin embargo, sentían en su conciencia las heridas que les provocaba aquella cárcel de cristal. Era como un eco de trasfondo, que repetía el siguiente mantra: “nunca serás lo bastante bueno, nunca serás lo bastante inteligente, nunca serás lo bastante guapo”.

Era una manera revolucionaria de condenar a la población siglo XXI. Jamás se podría huir de esa cárcel. Los contemporáneos la llamaban “espejo”.



Mun, the Damned Doll

Al hilo de los Microrrelatos convocados por Ana Arándanos

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 License.

Imagen de Victoria Francés

7 recogieron sus pétalos:

Anónimo dijo...

Interesante concepto de cárcel y de condena...

Buena suerte en el concurso de microrelatos. ;)

Un beso, encanto!

Cam dijo...

Lo jodido del siglo XXI es que han conseguido meternos esos espejos dentro de cada uno de nosotros. Pero todavía siguen existiendo las telas para cubrirlos :K!

Un beso!

Anónimo dijo...

Ufffffffffffffffffff

Me encanta.

Condenados Besos!
Komo

Anónimo dijo...

Buena suerte en el concurso :)

Lo mejor... la imágen! ( es broma )

Muy buen relato :D

Salu2

Anónimo dijo...

Besos, Doll ;-)

tormenta dijo...

oooh... magnífica reflexión preciosa :)
desde mi punto de vista nuestros espejos deberían ser los ojos de aquellos que nos aman.
Estupendo microrrelato.
un besito.

Anónimo dijo...

Uhmm... ¿has leído Eric, de Terry Pratchett? Te lo recomiendo, para que leas sobre el auténtico infierno...